Aquí no hablo del Camino, hablo de los Caminos que conozco y he caminado.
Sí, soy el de la foto
He caminado el Francés desde Roncesvalles, el de Madrid desde la Sierra de Madrid, el Primitivo y el Salvador.
Para mi lo más importante es entender que el camino no son unas vacaciones, no es un recorrido a hacer lo antes posible, no es caminar por distintas provincia ni por Galicia.
Para hacer bien el camino hay que entender que es un viaje al interior de uno mismo, que paradójicamente solo se puede dar cuando estás en el camino. Es un viaje que recomiendo hacer solo si puedes, y si vas acompañado tienes que haber elegido muy bien con quién vas.
Yo recomiendo llevar el teléfono lo más apagado posible todo el día, así como recomiendo comenzarlo lo más lejos posible de Santiago. Es verdad que las comunicaciones con algunas localidades no son fáciles, pero si quieres realmente tener una experiencia, debes buscar salir a no menos de 10 días de Santiago.
Recomiendo mucho Astorga y León para el Francés y obviamente Oviedo para el Primitivo. Superar la semana te pone más a tiro de llegar a vivir las tres fases que tiene el camino. No digo que si se hace menos de una semana no se vayan a vivir, pero mi opinión, es más difícil.
Las tres fases están muy claras y solo uno sabe en cuál está; Son la Física, la Mental y la Espiritual. La física es porque el foco lo vas a tener puesto en los aspectos físicos todo el día como reflejo del gran cambio que hay de estar en casa y en el trabajo todo el día sentado a caminar 15, 25 o 40 kilómetros al día
esa fase termina el día que nos encontramos que ya no le hablamos de nuestro cuerpo y dolores a todo el que nos cruzamos y empezamos a sentir más dolor en la cabeza, no me refiero al dolor de tomarse una pastilla, sino al dolor de tener que resolver algo. Se nos pasarán esto días o jornadas lavando ropa, o dándole vueltas a frases y acciones dichas o no y hechas o no que nos han marcado.
Por fin, nos perdonaremos o resolveremos todo eso que nos preocupaba y empezaremos a simplemente disfrutar del Camino. Esa es la fase espiritual, a la que todos debemos aspirar a entrar.
